Chiste "pedófilo":

SPOILER: Antes de que patrullas de los Mossos d’Esquadra entren por mi ventana para analizar el contenido del disco duro de mi ordenador, quería aclarar el contundente título que corona este post. Posiblemente, “pedófilo” sea la palabra que más acusa el carácter polisémico de la lengua: por un lado es sinónimo de Josef Fritz y, por si fuera poco, también sirve para definir a los amantes de los chistes de pedos. Es decir, un pedófilo es a los pedos lo que un cinéfilo es al cine.

FIN DE SPOILER: Aclarado este polémico asunto...

Es posible que os sorprendáis de que se haya incluido en este blog, caracterizado por el buen gusto y el rigor, una gracieta relacionada con las flatulencias y la Duquesa. No os quedéis en la lectura simple. Es un doble homenaje: Por un lado al difícil arte de contar chistes de pedos y, por otro, a la figura de la señora de Alba por los difíciles momentos que está viviendo.

Yo particularmente creo que tanta operación se debe a un intento de restauración del himen de la aristócrata, ya que ni el mejor equipo de arqueólogos puede afrontar tal reconstrucción de catacumbas en ruinas en una única expedición.

¡Así que ánimo! ¡Todo sea por ver a Cayetana casándose de blanco!