En capítulos anteriores se mencionaba la posibilidad de que, si los humanos combatían la impotencia con abortos de pollos (conocidos vulgarmente como huevos), los propios pollos podrían mejorar su fertilidad alimentándose de embriones humanos...
¿Qué pasaría si la costumbre que tenemos de hormonar pollos, para que crezcan más rápido y más carnosos, se nos fuera de las manos? ¿Qué pasaría si...
...los pollones dominaran la tierra?
¿Qué pasaría si hubiera una rebelión avícola? ¿Qué pasaría si, en esa realidad alternativa, un tal Albert Chickenstein descubriera que la vigorosidad de los pollos mejora con la ingesta de fetos humanos? ¿Qué menú encontraríamos en un hipotético Gentucky Fried Children? Posiblemente fetos a lo Tom Cruise, con salsa de placenta; o a lo Vidal, con extra de polla. Eso sí, poco hecha.
Hay que ver lo que da de sí combinar los conceptos "impotencia" y "pollos". La única conclusión que saco en claro es que, como le dije a mi novia cuando me propuso hacer un trío con su mejor amigo, no es bueno mezclar huevos. Los pollos ya se pueden quedar con los suyos si eso conlleva la salvación de los nuestros. De nuestros huevos, claro.
3 comentaris:
Si això passés, s'hauria d'anar pel carrer amb llença-flames i llença-salsa barbacoa, i anar menjant "alazas de pollón".
També crec que caldria fer mutar genèticament o a cops de polla la resta d'aliments per tenir una dieta equilibrada i uns McMenús proporcionats.
Vostè se'n riu sr. Pare, però el dia que els pollastres hormonats arribin al tamany de Godzilla em vindreu tots a demanr disculpes...
De moment ja he vist més d'una vegada algun pagès ensenyant verdures del tamany del cap d'en Pepe Navarro. Així que el menú vegetarià king size ja el tenim...
La veritat és que el "polló" acollona. No sé si arribarà a conquerir el món però millor tenir-lo com amic que no com a enemic.
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